Si alguna vez se pusieron a observar a un bebé, podrán ver como se infla y desinfla su abdomen sin esfuerzo y de manera natural, eso es lo que llamamos respiración diafragmática o abdominal.
Pero mientras vamos creciendo, como respuesta al estrés, la respiración se vuelve cada vez más superficial y rápida. Esa respiración de la parte superior de los pulmones, es lo que nos hace más vulnerables a la respuesta corporal de lucha y huida y del estrés.
Por suerte, podemos reaprender nuestro método de respiración original, para poder regular biológicamente nuestro cuerpo y mente 🙏🏽
Además, es efectiva en la ansiedad y la depresión, ya que aparta la atención del ruido mental, así como de los pensamientos ansiosos sobre el futuro.
💙¿Cómo saber si estoy haciendo la respiración abdominal?
Una forma fácil de corroborarlo es colocar una mano en el pecho y otra a la altura del ombligo. Si se mueve la mano del pecho (o las dos), eso quiere decir que estás respirando con el pecho o superficialmente. Si se mueve la mano de abajo, estás realizando una respiración más profunda.
💙¿Qué es lo que sucede cuando hago la respiración abdominal?
El abdomen hinchado se expande hacia delante y hacia atrás, presionando la columna vertebral. Esto provoca que la cavidad abdominal presione el nervio vago, poniendo en marcha el sistema de relajación corporal y regulando el sistema nervioso parasimpático.
Además:
💮Disminuye la presión sanguínea y desacelera el pulso.
💮Purifica la sangre de lactato (el lactato aumenta la sensación de ansiedad).
💮Aumenta las ondas alfa cerebrales (de calma).
💮Libera serotonina (sensación de bienestar).
Ahora si! A respirar profundo! 🧘🏽♀️
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